La familia cumple un papel importante en la formación integral de los niños a temprana edad, la educación, los valores, las normas y las reglas, los van moldeando de modo tal que su comportamiento logre una interacción adecuada con el mundo que los rodea. Por esta razón, las Pautas de crianza, son guía principal para el desarrollo socio afectivo, el manejo de las emociones, la resolución de conflictos, entre otros; dichas pautas las brindan los primeros cuidadores a través de herramientas como la comunicación asertiva y la escucha activa.
Claramente una de las funciones de la familia es formar al niño en su propia identidad, para esto es necesario un ambiente digno, donde se tomen costumbres, actitudes y comportamientos, que ayuden a descubrirse individualmente y en sociedad. Un ambiente familiar adecuado donde se caracterice la buena relación entre padres, estén o no separados, fortalece en los infantes habilidades sociales necesarias para desenvolverse en el mundo, formándose y teniendo bases sólidas para su personalidad.
Fomentar siempre estilos y pautas de crianza apropiadas mejora la calidad de vida de los infantes no solo en ámbitos familiares, sino también en contextos sociales como la escuela, donde los niños emplean la mayor parte del tiempo socializando, aprendiendo y aplicando en cada comportamiento lo enseñado en casa. El proceso de crianza debe ser responsable, brindando condiciones de vida en donde se presente un proceso de educación y uno de afectividad, caracterizado por una estructura familiar con roles establecidos y claros, manteniendo una postura y actitud positiva ante la relaciones que se den con los demás, expresando opiniones sin reproches, descalificaciones u ofensivas. Pautas que les permitan comenzar un viaje donde se desarrollen de la mejor manera en un entorno social y familiar.
La democracia y la autoridad son términos que a veces juegan un papel ambiguo en el núcleo familiar, afectando significativamente el estilo de prácticas educativas, causando un inadecuado uso de las pautas de crianza, y para ello también es importante la comunicación, pues esta ayuda a que se regule el comportamiento del niño en determinados contextos y situaciones. Los limites, los “buenos ejemplos”, las palabras de aprobación, la escucha activa, el buen entendimiento, entre otros, son algunas de las acciones que los seres humanos debemos realizar para manejar una buena relación con otros y con uno mismo, mejorando cada día la manera en que tomamos decisiones y en que queremos tener nuestro estilo de vida.
En conclusión, las pautas de crianza forman al niño, desde el primer instante que adquiere un aprendizaje a través de sus padres ó cuidadores, son las que guían ante cualquier decisión, generando costumbres y hábitos acordes al buen comportamiento, cada una de las cosas que enseñemos a los niños en los hogares, ellos las aplicaran en otros contextos, ya sea la escuela, reuniones con amigos e incluso como adolescentes en contextos laborales o relaciones de pareja, ya que somos el ejemplo a seguir, somos la figura más importante en su vida para imitar y como padres es nuestro deber cuidar de su formación como seres humanos en contacto con el mundo.
Deja un comentario